Cada vez que subo a los cerros me siento renovado y limpio de lo negativo de la contaminación de la ciudad, en esta ocasión quise lograr la cumbre del gran Apu Wuamani, cerro sagrado conocido como El Plomo, de 5.424 msnm, lo intentamos, mi condición física es buena y soporto bien andar en las alturas, no sufro del apunamiento, dos de mis compañeros de ruta lo lograron, y otros dos para mi también lo lograron ya que se quedaron en el SANTUARIO DE ALTURA DEL CERRO EL PLOMO, para mi esa era la meta por un sentido personal. Al final decidí no volver a intentarlo, alguna razón interior hubo en esta oportunidad, pero no pierdo las esperanzas de volver a este bendito y maravilloso lugar.
Gracias a mis compañeros por asistirme y acompañarme cada momento: Carolina Varela (DAV), Edgar Flores (DAV), Carmen Lacoma (DAV), Gisele Donoso (DAV) y nuestro amigo de Curicó, Ricardo Muñoz.






























